Imagen eterna bajo el cielo de Madrid...

Tiene más de cien años y, durante su existencia, la Gran Vía, se ha convertido en uno de los referentes de Madrid.  Sus restaurantes, cines, teatros, tiendas y edificios emblemáticos la convierten en símbolo. De hecho, los asiduos a esta larga carrera pasan a formar parte de su vida cultural, comercial, turística y lúdica.

Es una de las principales arterias de la capital y su protagonismo queda patente nada más situarse ante ella. Numerosas salas de cine y teatros, como el Lope de Vega o el Teatro Príncipe Gran Vía, que la han hecho merecedora del sobrenombre del Broadway madrileño. Una tendencia cultural e intelectual que encuentra también reflejo en la Casa del Libro, en la actualidad una de las librerías más grandes de Madrid y propiedad del Grupo Planeta. Cuando la fundó Nicolás Urgoiti en 1923 recibía el nombre de Casa Calpe y en ella se daban cita, entre otros, Ramón Pérez de Ayala o Gregorio Marañón. 

Foto: Rafafotografia

La afición por la lectura se extiende por la calle Librerosy sus numerosas librerías de segunda mano - Salamanca, la Merced, Fortuna o Alcalá, entre otras. Un entramado de calles que conforman el centro histórico de la Villa y cuyas callejuelas  han ido mejorando  en respuesta al tránsito de gente. Es el caso de la zona conocida como Tribal y, cuyo lavado de cara, ha permitido rebautizarla como el Soho madrileño. Allí es posible encontrar tiendas como Cuple, Dolores Promesas o Kling. Comprende la zona Triángulo Ballesta y se extiende por detrás del emblemático edificio de Telefónica.

Foto: Fotopedia

Uno de los inmuebles que se ha convertido en referente de la Gran Vía es el Grassy que, además, acoge desde 1952 una joyería bautizada con el mismo nombre. Grassy ofrece a sus clientes un auténtico museo de relojes antiguos. Compite con otra de las míticas joyerías madrileñas, Aldao, que también está situada en esta arteria y que se ha especializado en alta joyería, relojería y platería.

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Si tenemos sed, cerca de allí, podemos acudir al Museo Chicote. Se mantiene prácticamente igual desde 1931 y, mientras disfrutamos uno de sus famosos cocktails, podemos ver la multitud de fotografías de famosos nacionales e internacionales, como Ava Gadner, que hay colgadas en las paredes. Reflejo de los que han pasado por el número 15 de esta calle. Frente a Chicote se encuentra el Hotel de las Letras, que esconde habitaciones decoradas con frases de escritores y poetas y cuya terraza –situada en la azotea- se ha convertido en una de las citas obligadas de la noche madrileña.

Foto Krista

La Gran Vía está viva. Se llena de turistas, madrileños y visitantes que quieren disfrutar de sus bares de copas, de sus restaurantes y de sus tiendas. Pequeñas cafeterías, comidas “Typical Spanish” como El Museo del Jamón, la parrilla De Maria (a la que son aficionados rostros conocidos), el mediterráneo Mercado de la Reina, o importados restaurantes fast food –como Burger King, Kentucky Fried Chicken o McDonald's- y cadenas de café como los americanos Starbucks, que pueblan casi toda la Gran Vía.

Distintos espacios que permiten satisfacer todas las necesidades de sus visitantes. Al igual que, hace años, la proliferación de bares buscaba atender a los trabajadores de la multitud de oficinas que poblaban Gran Vía.